Penca de Balangandán
Hay pocos objetos con una historia tan rica y que demuestre tanto el choque cultural como La Penca de Balangandán
El balangandán es un objeto relacionado
con la religiosidad popular creado por los esclavos africanos llevados a Brasil
el cual quedo muy arraigado en la cultura popular brasilera, es una joya que
además de virtudes de amuleto adquirió, en determinadas
circunstancias históricas, el poder de cambiar la vida de sus poseedores.
Durante siglos XVIII y XIX, época
en que Portugal dominaba Brasil y la esclavitud era moneda corriente. Eran
tiempos de abundancia en América. Los esclavos eran traídos de África para
trabajar en los ingenios azucareros y en el cultivo de cacao y café.
Las
mujeres de origen africanas traían consigo, de su tierra natal, un conjunto de
dijes que estaban sujetos por una base con forma de broche denominada
"ìnaveî" que los unía a un cinturón. Estos broches eran de plata
pura y estos dijes los usaban a modo de amuletos. Era la manera de llevar
consigo protección, fe e identidad. Su nombre
es una onomatopeya del sonido que producían las mujeres que lucían esta joya al
caminar.
Cada balangandán tiene un significado
propio y a la vez es una pieza única, ya que constituye un conjunto de amuletos
elegidos por la dueña de la pieza, basando su elección en la suma de los
acontecimientos de su vida y sus creencias para que le acompañe la buena suerte
y le sirva de protección.
Ellas, devotas del Candomblé, culto que venera
a los Orixá, seres sobrenaturales que se asocian a las energías de la naturaleza
utilizaban el balangandán en la cintura porque era la zona de protección
de la orixá del amor, la sensualidad femenina y la fertilidad. También lo
utilizaban las mujeres negras o mestizas llevando la cadena cruzada al pecho y
dejando los colgantes a la altura de la cintura sobre los trajes criollos
festivos. También se utilizaba en el interior de las casas, colgándola detrás
de la puerta de entrada, para dar protección a toda la familia.
Pero también, según la necesidad, el
balangandán curaba el mal de ojo, daba bienestar, abría nuevos caminos y traía
suerte. El peso del metal era casi de un kilo y la variedad de dijes era
extensa sirviendo algunos como decoración y otro de manera mágica o de amuleto.
Así, por ejemplo, el coco serviría únicamente como adorno, mientras que la mano
figa, serviría como amuleto contra el mal de ojo; las granadas y racimos de uva
estarían relacionadas con la fertilidad y la riqueza, por su parte el pez, que
es uno de los símbolos más antiguos para representar a Cristo, según la
tradición africana estaría relacionado con Oxum y Iemanjá, como emblema de la
fertilidad.
Con la prosperidad en los
cultivos vino la ostentación y la riqueza que hizo posible la entrega de
numerosas joyas a las esclavas. Los “amos” como premio a alguna
acción, encargaban la confección de un nuevo dije para sus esclavas,
agregándole valor a estas piezas.Los orfebres brasileños tenían
ayudantes esclavos que aportaron su talento y creencias a la confección de los
Balangandán.
En 1881 es abolida la esclavitud y muchas esclavas venden sus
Balangandán para comprar finalmente su libertad. Mientras que al diseño del
broche o "ìnaveî se le incorporan dos aves,
símbolo de la libertad, que sirvieron para coronar la estructura y cerrar los
colgantes.
Actualmente, la mayor colección de estos
dijes, realizados en metales preciosos y que representan el pasado esclavista
del país, se encuentra en el "Museo Carlos Costa Pinto" de Salvador
de Bahía.
El valor de la penca de balangandán no
esta solo en el material en el que estaba confeccionado, sino el significado
para quien lo llevaba, y en los valores que su historia transmite.
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